La canción

AGARRARTE A LA VIDA

Sé de los fantasmas que habitan en ti,

del pozo frío y oscuro del que no logras salir.

De los cristales atravesando tu garganta gris,

y ya sólo contemplas una forma de dejar de sufrir.

Pero también guardo en la memoria

todos los momentos en los que te vi feliz,

el brillo que emanaban tus ojos,

tu inconfundible forma de reir.

Pero también sé que, tras la tormenta, todas las nubes

logran desaparecer y que tus flores heladas y marchitas

vuelven nuevamente a florecer.

La ilusión puede volver.

Distinta, pero puede volver.

Lo que daría por agarrarte a la vida,conduciría a todos tus monstruos hacia el paredón.

Lo que daría por agarrarte a la vida, pero sólo tú, sólo tú puedes jugara ser Dios.

Ven junto a este árbol, 

cerremos los ojos al sol. 

Quiero que sientas cerca mis manos.

Háblame de tu dolor.

Aunque no entienda, me quedo a tu lado

y apago la voz. 

A veces, la simple presencia 

es la mayor comprensión.

Pero sé bien de esa escalera

con la que sueñas, que te lleva hacia una luz

y amarra fuerto a la tierra

toda esta amarga esclavitud.

Acuérdate de que en esta orilla

hay un ejército que lucha con amor,

sin juicios, ni culpas, ni reproches.

Llevan por escudo un corazón.

La ilusión puede volver. 

Distinta, pero puede volver.

Lo que daría por agarrarte a la vida,

conduciría a todos tus monstruos hacia el paredón.

Lo que daría por agarrarte a la vida,

pero sólo tú, sólo tú puedes jugar a ser Dios.

“Agarrarte a la vida” Así se llama esta nueva canción. Y quiero contaros el porqué  de esta nueva composición…

Desde hace años recibo mensajes pidiéndome que escriba sobre el suicidio. Desde que estudiaba Psicología es algo que siempre me ha costado comprender. Huía de él, como también lo ha hecho nuestra sociedad. Pero hace pocos meses fueron varias las señales que me hicieron por fin componer esta canción que, por supuesto, han revisado expertos, compañeros psicólogos y profesores míos de la Universidad. La he escrito de la mano de una amiga de toda la vida que está viviendo este proceso. La he hecho para ella, para mí y para todo aquel que la quiera y necesite. Y sobre todo, la he escrito para quienes viven cerca de personas que no logran ver la luz.

Hay mucho estudio, trabajo, respeto, mucha emoción y muchísimo cuidado en todo lo que vais a ver y escuchar. Afortunadamente cada vez se habla más de salud mental, depresión y suicidio.

Ojalá esta canción sea una herramienta más para seguir dando visibilidad a nuestro bienestar mental y emocional.

María Rozalén